Crónica de la Asunción
Mauricio Macri salió al histórico balcón de la Casa Rosada a las 13.30 junto a su esposa Juliana Awada y su hija Antonia para dar su primer mensaje como Presidente de la Argentina a una multitud que desbordó la Plaza de Mayo y que gritaba "Sí, se pudo". La crónica de la asunción.
“Tenemos mucha vocación por hacer para que ustedes vivan mejor y por eso armé un gran equipo. Gracias, gracias, muchas gracias”, contestó el presidente Mauricio Macri a la multitud y, al ritmo de una conocida cumbia argentina, volvió a ensayar los pasos de baile que signaron los festejos de muchos triunfos en estos últimos ocho años.
“Parece que fue ayer cuando nos animamos a soñar que los argentinos merecíamos vivir mejor, y hoy estamos acá a punto de empezar una etapa maravillosa de nuestro país”, señaló.
Al "sí, se pudo” que coreaba la multitud, Macri agregó: “Esto es lo que queríamos, que nos podamos expresar en libertad en la República Argentina, que podamos pensar diferente pero trabajar juntos”.
“Como decía hace instantes en el Congreso Nacional, prometo siempre decirles la verdad, siempre ser sincero y mostrarles cuáles son los problemas porque sé que ustedes, el maravilloso pueblo argentino, es suficientemente capaz e inteligente para trabajar juntos y resolverlos”, afirmó.
“Por eso les digo mil gracias, gracias por acompañarnos, pero más les quiero agradecer porque tenemos que seguir juntos. Esta Argentina la construimos todos juntos. Necesito que ustedes también crean que se puede”, remarcó.
La vicepresidente, Gabriela Michetti, y la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, se sumaron a la fotografía que entregaba ese momento y que marcará una nueva etapa para el país, para la cual Macri prometió terminar con las confrontaciones y unir a los argentinos.
Antes, el presidente había hecho detener el auto blanco que lo conducía desde el Congreso de la Nación hasta la Casa Rosada en contramano por la Avenida de Mayo y se apresuró a estrechar algunas manos y saludar de cerca a algunas de las decenas de miles de personas que salieron a vivarlo.
Macri terminaba de pronunciar su discurso ante la Asamblea Legislativa, los ministros de la Corte Suprema de Justicia, jefes de Estado y funcionarios, notoriamente emocionado por el momento histórico y la confianza que la gente depositó en él para que conduzca el futuro del país.
Acompañado por Juliana y Antonia, Macri realizó todo el trayecto de la ceremonia protocolar en un auto blanco con techo corredizo, escoltado por el Regimiento de Granaderos a Caballo General San Martín.
Los balcones de la Avenida de Mayo sirvieron de tribunas privilegiadas para que muchos vecinos pudiesen ver el paso del nuevo mandatario, mientras gritos de “Argentina”, “sí, se puede”, “fuerza” y “se siente, Macri Presidente”, resonaron a lo largo del recorrido.
Macri, de traje negro y corbata celeste, y Juliana, con vestido claro, llegaron hasta la Casa de Gobierno de pie en el auto y en más de una ocasión se brindaron un beso, en otra de las imágenes que mucha gente recordará de este histórico día para la Argentina que viene.
Desde temprano la gente se agolpó detrás del vallado agitando banderas y globos celestes y blancos, las amarillas de PRO, las rojas y blancas de la UCR y otras pancartas que revelaban pertenencias de distintos puntos del país, en un día radiante cuya temperatura rozó los 30 grados cerca del mediodía.
La gente desbordó la histórica Plaza de Mayo y las calles aledañas al momento en que Macri recibió los atributos en la Casa de Gobierno de manos del presidente provisional del Senado –y segundo en la línea sucesoria– Federico Pinedo.
El mandatario levantó el bastón de mando y lanzó un nuevo beso a su esposa para luego saludar al presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, y a los jefes de estado latinoamericanos que asistieron a la ceremonia. Fue en ese instante que la multitud cantó el Himno Nacional.
Por la mañana, Macri se despidió de sus vecinos de Palermo, varios de los cuales ya a la medianoche lograron que el Presidente y su esposa salieran al balcón a retribuirles el saludo.
A partir de las 8 todo el recorrido que abarcó las avenidas del Libertador, Leandro N. Alem, de Mayo y Rivadavia, fue restringido al tránsito y colocados los vallados correspondientes para que la gente pudiese disfrutar de una de las ceremonias más democráticas de la República.
Macri fue recibido en el Parlamento por los legisladores que componen la Comisión de Exterior y lo acompañaron al Salón de las Provincias Argentinas y al Salón Azul, donde recibió la salutación de los integrantes de la Comisión de Interior.
Dentro del Congreso, la vicepresidenta de la Nación, Gabriela Michetti, en nombre de la Asamblea Legislativa que preside, recibió el juramento del Presidente de la Nación.
Al principio de la jornada, Macri asistió, en La Plata, a la asunción de María Eugenia Vidal como nueva gobernadora de la provincia de Buenos Aires.
Fuente: Presidencia de la Nación